Entrada del blog de Ace CafeteríaPoder decir

📅 Entrada del blog☕ Ace Cafetería

No sabría decirte, aunque quizá sea eso lo que me hace escribirte.

El otro día compartimos un atardecer, un atardecer que hacía años que no compartíamos. No quise decirte nada, porque nada pretendía sacar.

Pero me ayudaste a sentirme vivo.

Porque creo que, en el fondo, había olvidado cómo se hacía.

Puede que así hubiera dejado que sucediera, cegado por la necesidad de capear el temporal de una vida que a veces duele, a veces cansa, a veces hiere, pero sobre todo, a veces sorprende.

Y esa sorpresa fuiste tú.

No soy muy expresivo en persona, no me abro como me gustaría porque creo que estas conversaciones, que este tipo de confesiones suelen ser difíciles de hacer, ingratas de pronunciar y, a veces, las palabras no saben salir.

Pero cuando me siento, pienso y escucho la sintonía correcta, mi alma comienza a liberar palabras con la facilidad con la que una presa abierta hace fluir el agua de nuevo.

Porque me gustaría confesar, aquello que la sociedad y los roles que jugamos en esta obra no nos pone fácil confesar.

Porque, en última instancia, me gustaría poder decir más y callar menos.

Y me gustaría decirte: gracias.

Gracias por dejar una estampa en mi alma que con gusto guardaré en la colección de momentos íntimos, banales y memorables que este humilde ser ha experimentado.

Me hubiera gustado abrazarte una última vez antes de mi partida, pero quizás mis palabras sirvan.

Y solo quizás, por primera en mi vida pueda decir, que estoy cansado de callar.

Que, a partir de hoy, voy a poder decir.